martes, 14 de marzo de 2017

¡A modo del KaBoom! Uno bajo cero: la última.

En la cansada madrugada
ante el zambullido del Sol
las nubes se amoblaron como de un celeste carmesí,
y algunos se atisbaron
hasta espirados
de a vueltas de secuencias
y hasta se apropiaban las mujeres de los coloretes.

En la apertura de la mañana,
hubo entonces, de nuevo
estos ojos nuevos de nuestro saludo
los mismos que con que no te suelto, no me sueltas,
los de soltura y cansancios,
los mismos, los que en tu foto o en la mía solo el otro ve,
los mismos.

En la descansada madrugada
en vía de las fraternales puertas
en los sentidos de las corazonadas
tu intuición me sabe en los ojos a volumétrico aliento vital.

jueves, 2 de febrero de 2017

¡A modo del KaBoom! Cero: todo escritor no se quiere matar.

Todo escritor ha dicho,
-Éste es mi verdadero jisei.
Lo hemos hecho así,
-Mi verdadero jisei es este.
Cualquier escritor, guardando,
-Mi jisei, oculto. Aquí. Sí.



Todo escritor ha dicho,
-Éste es mi verdadero jisei.

Todo escritor ha dicho,
-Éste es mi verdadero jisei.

Todo escritor lo ha hecho así,
-Mi verdadero jisei es este;
-Mi verdadero jisei es este.
Todo escritor guardando
guardando,
-Mi jisei, oculto. Aquí. Sí.

Todo escritor lo ha dicho:
lo ha dicho así
-Éste es mi verdadero jisei.
Todo escritor ha dicho, sí,
-Este es mi verdadero jisei.
Todo, todo
todo escritor,
-Mi jisei, oculto. Guardando, -Aquí. Sí.

Todo escritor,
-Mi verdadero jisei.
Todo escritor lo ha hecho,
-Mi verdadero jisei es este.
Todo escritor, -Es este, guardando,
-Mi jisei, oculto. Aquí. Sí.

Todo escritor ha dicho,
-Éste es mi verdadero jisei.
Ha hecho, todo escritor, así
-Mi verdadero jisei es este.
-Mi jisei, guardado.

Todo escritor.
-Hemos hecho así, aquí, sí...
Todo, todo, guardado
y guardando, sí.

¡A modo del KaBoom! Primero: el amor que me hace dar ganas de gritar a los cuatro vientos, -¡Princesa!

Mi amor se me ha perdido:
el día que de él me dieron ganas y reí me dicen
los poetas, los pintores, los arquitectos y los músicos
que anda entre los ojos enredados del laberinto
ah de la mujer a quien
/interrupción/
La princesa.

Mi amor se me ha perdido el día que de él me dieron ganas y moriré
Me dijeron cuantos proletarios querían que fuera mentira
y está como ensarzado y como en ese sitio bien rufián, casi,
del dormido sitio entre las almohadas de mi princesa.

Mi princesa se quedó dormida el otro día,
me dijo que tenía ganas de ojos de los que yo
de esos que, como en el desayuno yo cocinaría,
que según me dice yo perdí en una máquina tragamonedas.

Mi amor se me ha perdido el día que de él me dieron ganas y reí

Me dicen, poetas, que ando entre los ojos de una niña guardada en su sueño del corazón
/el de ella mujer a quien todos sin reparo
/por de perdón obligamos a de favor
/y que me invita ser e ir
/¡Ay amor!

Por hacerme ver si yo cruzaría el río por ella
...
sé que se le dice princesa
...

¡A modo del KaBoom! Segundo: esta vez, de verdad.

Esta vez de verdad quisiera
escribir un poema.

Es lo que hago,
organizarme por verso
mientras el siguiente
me llena la otra palabra.

Esta vez de verdad quisiera
escribir un poema.

Uno la sonoridad
con alguno anterior
o esperaría volver a escuchar
del Soneto 126, de tu voz,
o recorro en el recuerdo
alguna vez que vi la piel, ah,
o en una persona si indicada
espero... no, no espero,
pero hago lo poco.

Espero que de verdad
esta vez quiera escribir
un poema.
Porque esperarse de manos ajenas
a que llegue el tiempo y las
/sílabas,
o jueguen las terminantes vocales
y yo saque de lo mejor de mí
es difícil.

Es
Como que de verdad yo quiera
Escribir un poema.

Si termina con lo que quiero
peor,
y si lo que no
tampoco.
Es una tarea en que meses
son sequía de palabras o saber,
hacerle obra, hacerle, para que diga
el mecenas que ya no adentré
o mi soledad amparante y té, café, té, café
y aromática y té, y café, y café y café
y té verde y blanco y chino y negro
y vino
y caja fuerte
y en las rocas
o una pinta, jarra, jirafa o solo doce onzas
o volver
caja fuerte, mediano, suave
balanceado, oscuro
caccinos, spressos,
mas lo que no tomo pero tomo
como otro coso más que pido,
pido y pido, y nunca tomo.

Palabras que salen de que
yo haga un artilugio
sin manibelas
sino con trancas grandes
que funcionan
y solo a algunos enseño maniobrar
o venga de vez en vez que yo quiera
y, ¿otorgue la ventaja a tu rosa nueva?

Voy a dibujar,
pero también quiero
y mucho lo deseo
que no sólo tenga al verso
palabra de hombre que de amor,
de amor: llegar por escrito
cual autenticación y reivinidicación
y que de verdad esta vez quiero
escribir un poema.
Uno nuevo mío,
uno que llamo sea cual la otra poesía
para hablar de la misma,
y que la misma
me inspirara.

Y también,
y que yo
me sienta bien.

Esta vez, de verdad, quisiera escribir un poema.
Y es lo que hago, organizarme por verso, mientras.

¡A modo del KaBoom! Tercero: gramaje del tiempo.

¡Cómo nos toma
hacerlo valer
y que nos haga
lo suficiente
que valga!

Doce meses...
Y ya llega el repartidor
con otro gramo más:
otro gramo más de tiempo:
año nuevo.

¿Cuáles pelos son más gruesos
y cuáles
más largos?
Eso se pregunta uno
cuando se queda esperando
y no hay gramo que pese el tiempo,
gramo que para uno,
pese el tiempo
amase el tiempo.
Pelo, pelos.
Vellos y el cabello.

Es como estar parado
cada día
de pié sobre las rodillas
sobre la roca
sobre el césped
de pié.

Gramito que al día
/recuerda
recuerda...
Cuánta es tu edad:
cuál es, cuál es...

Ay, gramita...

Una locha
Un apuro
Un descanso
Una rapidez.

Se había colmado el año
doce veces cuatro,
ya doce veces más, casi,
doce y más doce, más, casi
gramo de palabrería...

Descanse su afán
en la locha de mi apuro
y me encargo de esos platos
de esos trastos
de esa loza
de esa vajilla,
entonces, también, de mis brazos
entre mis rodillas, y gramilla,
gramita, a gramilla se me voltearía la palabrería.
No sé cómo, no sé.
Eso era ya bien sabido
y que de mis locuras escribo
a condición del gramo del tiempo.

Gramo de tiempo, así como vivo y digo,
mientras, ay gramita, ay, pero mejor
me cuido y más, de más de doce,
y me guardo silencio sobre el color que roza
el amanecer
y encrespa la luz que ya del cielo llena de cantos
a los pájaros
y son los que se llenan de cantos, los pájaros
y se llenan de pájaros los cantos
y se llenan los cantos de pájaros.

¡Ah!
Se secan las palabras de bocas
se secan de palabras las bocas
o se llenan de letras al papel, ellas,
o a veces, muy inmaduro es uno
quedado antes, en digestión
por el gramaje que involucra a otras vidas.

¡Cómo nos toma!
Quienes ya
sin decirlo pueden,
y yo hago mi ejercicio,
¡que nos haga
valer lo suficiente!

No son sino distancias,
las páginas.
Y, a veces, creo que...
De veras, creo que...
Y, podría, diciendo que...
Los años pesan como llenan...

¡A modo del KaBoom! Cuarto: evidentemente tu eres la e.

Evidentemente me vence, me vence con recelo y con rutina
Evidentemente me reúno en mi soledad, en mi despido
Evidentemente supero con ojo en lágrima color oro
Evidentemente gano terreno cuando voy de miedo en pié
Evidentemente soy presencial al tiempo que viene el bien
y me regocijo con un voltar
y encienden las fuerzas al músculo
.

Evidentemente no recuerdo mucho lo nuevo
Evidentemente soy más chico de lo notado
Evidentemente necesito de la compañía ciega
Evidentemente soy la urgencia para tí
y me acerco un momento
y sólo sé de inercial mío
.

Evidentemente tú eres la evidencia.

¡A modo del KaBoom! Quinto: durmientes.

Los dormidos -que se ven.

Los dormidos oyen las palabras cada 24 horas al día.
Y no descansan de hacerse decírselas.

Los dormidos que se ven,
no son sus ojos...

Los dormidos, que se ven,
van en diez mil por mil, por cada siete días
y cada semana por dos.

Y, los dormidos que se ven, ¡quiénes!
Mi amigo, son, los que, cuando sabemos...
Y los que faltamos...

Somos extraños hombres que tienen
y nada sino su cabeza
ellas, dormidas.

Ellas,
cuando falta el café.
Ellas,
cuando no se tiene fe.
Ellas,
si no se le hace el favor.
Ellas,
más y más,
más importantes que el café.

Sí, dormidos.
Ellas, bien dormidas, dormidos.
-Con mayúsculas.

Los dormidos que hemos visto
despertamos la voz de quien duerme en té,
en ti, otra vez, antes del café, para que te levantes justo antes
antes de volar las cobijas /con el brazo izquierdo.

Y si me he quedado con pocas palabras,
estas personas sí se ven:
estas personas sí me ven:
¡y yo no les puedo, si me ven!

No hay quien le dedique ojos cerrados
no hay quien bien duerme
con los ojos no hay
¡si el paso ha abierto del sueño!

Y si duermen, ¿quiénes!
Son persona,
son persona aunque parecen
aunque duerman, atestiguan
aunque lo que duermen, con juicio,
quién sabe, y quien duerme
y no le falta ni uno una vez más
dos cuartas de lo que no creen que duermen...
El que crea que durmiente y fingido.
El que no porque es le falte valor de fe
no de café abandonado, ni qué quisiera de té
ni de sí, ni ella descansada, ni él en valentía,
los que se ven dormidos, son de extraños
como cuando quiere uno llorar,
cual como cuando uno no se puede evitar
sí:
y te repito,
es algo que no se puede evitar.